jueves, 15 de septiembre de 2011
Se vuelve a hablar ahora de la sociedad civil, como el remedio de todos los males, y lo curioso es que se invoca desde posiciones políticas muy alejadas entre sí, por no decir que opuestas completamente. Esto puede significar que algo tendrá el agua cuando la bendicen, aunque me inclino más bien a pensar que la traducción que cada uno hace del concepto es distinta y apropiada a sus intereses. Yo creo, y esto lógicamente es otra personalización, la sociedad civil no puede crearse por sí misma, sino que, paradójicamente, ha de ser ayudada por los que están fuera de ella, esto es, los políticos. Es el propio régimen el que, reformándose, modificando la Constitución, generando leyes, cree los cauces para el desarrollo de la conciencia crítica que parece indispensable.
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