lunes, 21 de noviembre de 2011

El ministro de Economía

No es el objeto de este blog realizar valoraciones políticas o partidistas, salvo cuando lo justifique su incidencia en la economía o la importancia de los hechos. Este es el caso de las elecciones del 20-N, por lo que me voy a permitir unos muy breves comentarios.

En primer lugar, el tremendo varapalo sufrido por el PSOE muestra, en mi opinión, el error de las estrategias defensivas basadas en el miedo y en la no asunción de responsabilidades. Creo que es indudable, y así lo he dicho a menudo, que a veces es bueno reconocer los errores, para a partir de ahí poder ofrecer alternativas nuevas e ilusionantes que puedan arrastrar a la gente. El liderazgo, y no sólo el político, tiene como uno de sus principales fundamentos la capacidad de pedir perdón, que sin duda es una de las manifestaciones principales de la empatía de un líder verdadero. Los mensajes negativos, el intento de meter miedo ante los posibles recortes sociales y de derechos, no han funcionado, porque el pasado es pesado, y el futuro siempre está por venir. La capacidad de perdonar es grande cuando hay arrepentimiento, y es el primer paso para poder empezar a re-construir la confianza en alguien.

En segundo lugar, el PP ha obtenido una victoria aplastante debido sobre todo al desplome de su principal adversario. Ello indica entre otras cosas que el mapa sociopolítico de España está bastante bien definido, y que la clave casi siempre es no perder a los propios votantes. Cuando uno de los dos principales partidos pierde votos, pocos se trasvasan al otro lado, sino que suelen ir a la abstención o a formaciones minoritarias. En este sentido, hace bien Rajoy cuando realiza el llamamiento a todos, pues sabe que es el único modo de que la sociedad acepte los duros sacrificios que sin duda va a pedir.

Y ahora la principal incógnita es saber quién va a ser el nuevo Ministro de Economía, cargo más importante que el de Presidente del Gobierno. Desde luego, en la situación actual se requiere un cierto grado de masoquismo para aceptar el cargo, pero de eso no andamos faltos en España. Yo mismo, de hecho, me ofrezco para el puesto: tengo experiencia profesional, buena formación, las ideas muy claras respecto a lo que habría que hacer (y que defiendo en este blog) y estoy en paro. Además, estoy mejorando mi inglés. Pero como de momento el grado de influencia de este blog es pequeño, no lo veo muy probable. Tal vez una Secretaría de Estado, o incluso una Dirección General...

Hablando un poco más en serio, mi propuesta es Luis Garicano, economista de prestigio y catedrático en la London School of Economics. Aunque discrepo en algunas cosas, creo que su visión es la más acertada, y recomiendo vivamente sus comentarios en el blog de FEDEA "Nada es gratis", del que os dejo el enlace: http://www.fedeablogs.net/economia/

1 comentario:

  1. Buenas Ramón, me sumo a tu blog.

    A mí me gustaría como ministro de economía González Páramo, aunque mucho me temo que se obvie la opción tecnócrata y al final la cartera sea para Montoro.

    Una iniciativa que creo que tendrían que proponer sin más dilación sería la exigencia de garantías adicionales en las operaciones a corto, que castigan a nuestra prima de riesgo dotándola de excesiva volatilidad. Necesitamos marcar una tendencia bajista, aunque sea lentamente, en los tipos de interés que negociamos con nuestra deuda pública, algo necesario para contener nuestro creciente endeudamiento y que aliviaría la necesidad de recortes más duros (pero seguramente necesarios).

    Aún hay esperanza y con las medidas adecuadas junto con la intervención del BCE en los mercados de deuda de los países periféricos podemos mejorar nuestra situación. Aunque... ¿cómo afectará a nuestra economía la movilización social que va a venir asociada a los recortes y..., a la debacle del PSOE en estas últimas elecciones?

    te paso link del artículo de hoy de Geoffrey T. Smith del Finantial sobre los riesgos de la banca europea. Las grandes carteras de viviendas de nuestros bancos y cajas... para mí debería ser el primer punto de actuación del nuevo gobierno. Hay que trabajar sobre lo que aporta una mayor incertidumbre en los mercados de deuda y que además, podría ralentizar nuestra vuelta a la senda del crecimiento.
    http://www.expansion.com/2011/11/18/opinion/1321575599.html

    Un saludo

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