Fin de semana en Valdepeñas invitados por Raúl y Sonia. Hospitalidad y generosidad son palabras que se suelen aplicar en estos casos, pero no hacen suficiente justicia al trato amoroso y desprendido de esta pareja especial. Para un urbanita como yo, las oportunidades de tener un auténtico contacto con la naturaleza son escasas, y el espectáculo de la vendimia en La Mancha te pone en otra dimensión, la del esfuerzo y la pasión de personas que ponen su vida y lo mejor de su trabajo e inteligencia en sacar adelante un proyecto ligado a la tierra y a la tradición de generaciones anteriores.
Además, los que estamos acostumbrados a la frialdad de unos números en una pantalla de ordenador, hemos olvidado que en todos los casos esos números tienen detrás ese esfuerzo. Personas que trabajan bajo un sol de justicia, a menudo también de noche bajo un manto de estrellas como no podemos imaginar, hacen viable el funcionamiento de una economía cada vez más maltrecha, engañada por el espejismo del dinero fácil. Estas personas son las que reclaman una ayuda, y la reclaman ya, no para dentro de una década. Estas personas son la economía real.
Sólo me queda esperar que nos arrastren con su ejemplo, y quizá de ese modo podamos salir adelante.
Ha sido un honor teneros con nostros en ese momento magico de la vendimia, de la recogida del fruto trabajo de todo un año, no siempre agradecido.
ResponderEliminarPero si, transmitir el amor y la pasión por ver crecer el fruto del esfuerzo y la belleza del rito de su recolección, ya sea a mano o utilizando la última tecnología. De una manera u otra cada planta, cada vid, entrega con una sonrisa lo mejor de si.
Gracias por compartir este momento con nosotros. Las cosas buenas de la vida sólo lo son si se comparten con los amigos.