martes, 4 de octubre de 2011

Hemos perdido el tiempo

Hemos perdido tres años. Desde que en 2008 se desencadenó la crisis, se han sucedido todo tipo de decisiones erróneas, que han traído como consecuencia la extensión del sufrimiento a grandes capas de la población mundial a través del crecimiento del paro y la aniquilación de los sueños y esperanzas de millones de personas. ¿Por qué hemos repetido el error de la Gran Depresión de los años 30? En efecto, la política de estímulo de Roosevelt fue retirada demasiado pronto, y provocó que la tímida recuperación se viniese abajo en 1937. La causa, el temor a la inflación. La consecuencia, una horrible guerra.

El desprestigio de la profesión de economista se basa en parte a la atribución a los mismos de afirmaciones que en realidad proceden del mundo de la política o de los opinadores profesionales. Lo cierto es que a pesar de dicho desprestigio, las ideas económicas tienen una incidencia absoluta en la vida de generaciones enteras y marcan el devenir de los hombres y mujeres de todos los países. Las crisis han supuesto una oportunidad para el avance del conocimiento económico, y en determinadas ocasiones dan lugar a verdaderas aportaciones positivas que mejoran la vida de las personas. Uno de estos momentos fue tras la Gran Depresión de los años 30, que tuvieron un protagonista absoluto en la figura de Keynes.
Prototipo de intelectual británico de principios de siglo, no sólo fue el mayor economista de su época, sino también un animador de la vida cultural, formando parte del grupo de Bloomsbury. Fue testigo de los grandes acontecimientos de su tiempo como enviado del Gobierno británico en las reuniones del Tratado de Versalles, que puso fin a la 1ª Guerra Mundial, y revolucionó la Teoría Económica con su "Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero". Su influencia se extiende hasta hoy, por la sencilla razón de que su explicación de los mecanismos económicos no ha sido superada. En ese sentido, es un gigante revolucionario de la talla de Einstein o Darwin.
No es este el lugar para exponer su teoría, y lo único que puedo hacer es recomendar la lectura de sus libros. No está de más hacerlo, pues hoy todo el mundo opina sobre él y casi nadie lo ha leído. Si lo hicieran, verían que las políticas que sin excepción se están aplicando y proponiendo son profundamente erróneas y han provocado un sufrimiento innecesario a la gente. Está de moda despreciar sus aportaciones y sus ideas, ya que tradicionalmente se las ha identificado con la socialdemocracia, pero cada día resulta más evidente que los hechos le dan la razón.

¿Qué propuestas haría Keynes hoy? Ponerse a la altura de este titán no es en absoluto mi intención, y por otra parte para un economista convertirse en oráculo es muy arriesgado, pero me atrevo a proponer varias líneas a nuestros líderes europeos:

1. Bajada de los tipos de interés por el BCE y cambio en los objetivos del mismo, primando el empleo frente al control de la inflación
2. Suministro de liquidez a los países con problemas; en el caso de Grecia es inevitable que el resto de países asuman parte de su deuda.
3. Políticas de expansión fiscal, centradas sobre todo en los países líderes (Alemania, Francia, Holanda) con el fin de que "tiren" del resto. Esto implica el incremento del gasto público como motor de arranque del crecimiento.
4. Políticas "micro", entendiendo estas como regeneración y transformación del tejido productivo, mejora de los sistemas educativos, etc.
5. Avances claros a nivel europeo en la  unión económica, financiera, fiscal y eventualmente política. Para ello se precisa un liderazgo claro y una convergencia de los calendarios políticos.

En los próximos posts intentaré justificar algunos de estos puntos.

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